El día que murió el silencio...despertará al cine boliviano?

Con la presentación de la primera película boliviana con sonido Dolby Digital, se marca una nueva etapa en el cine boliviano. No porque sea la primer película que se hace en años de silencio en Bolivia, sinó por que es la primera hecha sin miedo a ofrecer calidad y competitividad en el nivel técnico y artístico.
El día que murió el silencio se enfrentó a un costo de producción bastante alto, para el presupuesto de una película nacional en un país en desarrollo como el nuestro, pero el director convenció a los productores de jugarse el desafío, y ganó la película, el cine y la cultura nacional.

El cine entra en una nueva etapa próspera si en el país encontramos directores que encuentran un guión inteligente con los actores deseados, la escenografía natural con las cámaras correctas, el soporte técnico que se requiere y la edición final perfecta, más los inversores adecuados que confíen en el nivel de calidad humano y técnico que les ofrece este gran director que les dará a cambio de su dinero una producción de acuerdo a los cánones de cinematografía mundial, siendo una buena película entre las miles de películas que podemos ver a diario en este pequeño mundo. No así un experimento frustrado de cine que se da en nuestro país en el intento de hacer una producción que pueda sobresalir entre las miles de películas que podemos ver a diario en nuestro pequeño mundo.

El cine fuera de Hollywood, es un cine que depende de lo mínimo para hacer una buena producción, pues el presupuesto sólo es una circunstancia que se necesita para llevar al cine una buena idea.

Para lo que es mas importante un buen presupuesto es para dar una remarcable definición a los personajes, contar con buenos actores bien pagados, y un acabado final de la película que sea excelente, con una esmerada edición, un buen sonido y algo especial que haga falta para realzar el tema de la película.

El guión es importante, el costo de una película depende de él, si el guión exige efectos especiales es mejor buscar uno que exija la restauración de uno o dos edificios públicos, si el guión exige grandes cantidades de actores es mejor uno que exija usar gran cantidad de extras ansiosos por aparecer en la pantalla grande.

Un buen guión que exija un alto costo de producción puede guardarse tiernamente y con mucho cuidado en la caja fuerte a la espera de los tiempos en que los primeros sencillos y comunes éxitos del cine nacional hagan eco en los bolsillos de los inversores menos idealistas y mas deseosos de ganar con un arte, que es el más exquisito y romántico de la historia del hombre en evolución.

 

Escrito por Francisco Bollini Roca. El artículo no refleja necesariamente la opinión de la empresa. HighINFO.