Viernes 21 de Noviembre 2008
Edgar Arandia Quiroga
Para hoy decidí enviar
versos del vate paceño Edgar Arandia Quiroga, nacido en
La Paz en febrero de 1950. Pintor, antropólogo y poeta.
Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes y se licenció
en Antropología Aplicada en la Universidad Católica
Boliviana San Pablo de La Paz. También cursó
un diplomado en Educación Superior en la Universidad Mayor
de San Andrés. Inició su carrera como pintor en
1968. Su primera exposición la realizó en el Museo
Nacional de Arte. Fue viceministro de Desarrollo de Culturas
entre 2006 y 2007. Es docente universitario y actualmente Director
del Museo Nacional de Arte. Ha publicado dos poemarios: Chuquiagu
Blues (s./d.) y El Paisaje en los Ojos de la Iguana (Primer lugar
en el Premio de Poesía Humberto Vásquez Machicado,
Fondo Editorial de la Alcaldía de Santa Cruz,1999). Entre
sus actividades artísticas expuso individualmente desde
1969 hasta la fecha en galerías de Arte de Bolivia y del
exterior. Participo en Bienales como: Bienal de San Pablo, Brasil
y Bienal de Roma, Italia en 1974; Bienal de Lubyanka, Yugoslavia
en 1975; Bienal IMBO, Bolivia en 1976; Bienal de la Habana, Cuba
en 1984; IV Bienal de Cuenca, Ecuador en 1988; Bienal de Dibujo,
Santo Domingo, Rep. Dominicana en 1988; I Bienal MERCOSUR, Porto
Alegre, Brasil en 1988; II y VII Bienal de Pintura Religiosa,
Rosario, Argentina en 1998 - 2000. Entre los galardones más
importantes que ha recibido se encuentran: Premio Único
de Dibujo; Mención Honrosa en Pintura; Segundo Premio
en Pintura; Primeros premios en Pintura y Dibujo; Premio especial
Bienal Latinoamericana de Dibujo - Maldonado, Uruguay; Primer
Premio Pintura - Salón Cecilio Guzmán de Rojas,
Potosí; Mención especial - V Bienal de dibujo Santo
Domingo, Rep. Dominicana; Tercer Premio - Arte Sacro, Esart;
Primer premio Poesía - Asociación Cristiana Femenina.
Van cinco poemas de este versátil creador, tomados de
Chuquiagu Blues (Carrera de Artes UMSA, Ediciones del CaraXo).
II
La primera vez que
estuve en una chichería
la soledad se posó
en mi cabeza como un
dragón emplumado.
El abuelo Severo me
había dejado
como prenda por los singanis
y picantes como soldaditos
uniformados
para la guerra. Cuando
regresó la luz,
de su sombrero me enceguecía
y me di
cuenta que el piano
sonaba desde cada tejo,
que un enano tocaba
la trompeta elevándose
en el aire de las retamas.
El abuelo ordenaba
cerrar la chichería
y largaba su alma
al ruedo que giraba
en su pañuelo de seda y
sus tacos de cuero.
Él me dijo que estábamos
en un templo donde
se cobijan las penas y las alegrías.
Donde se defiende la
vida.
Eso me enseño,
Señor Comisario.
TÚ
YO
Yo que ya no tengo
sueños
Tú que todavía tienes sueños
cuando despierto
cuando despiertas
todavía estás
yo no existo
ahí
Entonces yo soy tuyo
y tú eres mía
pero somos sólo
el espejismo de un
sueño
Amor plural
Guardemos hoy y hasta
mañana
el piano y sus ratones
los cajones oscuros
Amémonos en
singular tú y yo
tú y yo somos
nosotros: somos tú
Hablemos de nuestras
pequeñas desgracias
juntándolas
con las grandes para ver
como siendo una son
muchas
y cada una es parte
nuestra
Hay que empezar todo
de nuevo
Destruir el orden de
los clavos
la posición
de los planetas
Inventar un fuego que
no queme
una quemadura que suene
¡Acabemos de
una vez por todas
con su fiesta y su
orquesta!
Pongamos de cabeza
su festín
que ya cansa de tanto
repetirlo
y mentirnos día
y noche noche y día
Transgredamos la conjugación
y así sucesivamente:
Yo amamos
Tú amamos
Él amamos
Nosotros amo
Vosotros amo
Ellos amo
Cuando hables contigo
mismo
te responderá
un coro
cuando hables a una
multitud
escucharás tu
voz
Plural será
tu sueño
plural tu vida
singular tu cuerpo
universal
plural tu singular
Putita angel face
Putita angel face
ya voló mi cabeza
el dragón emplumado
ya mis ojos miopes
descolorieron
las cosas
Yo no puedo darte calor
putita no puedo darte
dinero y ni siquiera
sueños
Sólo mi cuerpo/viejo
cacurro
viejo cacharro/con
cicatrices
de aquel dragón
emplumado
de aquellos adoquines
como
hombres muertos
mis huesos
de armazón desvencijado
Sólo eso carita
de ángel sólo eso
un poco de mi muerte
un poco de la tuya
para robarles la vida
a los otros
Día de muertos
Un día como
ayer estuve muerto
Desde entonces cargo
mi comida
y salgo a buscar quien
rece
por mi alma perdida
en el tumulto
Busco a mi mejor amigo
que agoniza y no está
en su casa
Busco a mi amante
pero no la encuentro
Busco a mi hermano
y no aparece
Busco a mi hijo
que está enfermo
y su madre es un muro
Llego a mi cuarto
y mastico la comida
con mi sombra
Cargo mi escalera
sin piso ni apoyadura
Bebo la chicha morada
frente al espejo
y devoro el pan
con mi rostro
en el yeso |