Viernes 10 de Febrero 2006

Julio Barriga

Para hoy vuelvo a envíarles versos del poeta chuquisaqueño Julio Barriga, nacido en la provincia Nor Cinti en 1956. Van cinco poemas de este creador, extraídos todos de Versos Perversos (Empresa Andigraf, El Alto, 2004), una suerte de antología personal que reúne casi toda su obra.

Días y madrugadas en los que has derramado...

Días y madrugadas en los que has derramado

el azul de tu existencia a ojos plenos

revisiones de bolsillos absolutamente minuciosas

Sorbo a sorbo vamos excavando nuestra tumba

procesos de piltrafización

hacerle exequias a las pérdidas

como si fueran ganancias

cantar en la oscuridad

elegías & herejías

Trazos sobre la ciudad que nunca duerme.

Ya estás teniendo mucho rock & roll

con la misma camisa

y te invaden bruscas lucideces

rodando suavemente en bici

Domingo por la tarde

sin rumbo ni destino.

El Monstruario del Mirador

Tan sólo la amargura me mantiene en pie

la vida es algo que se acaba, siempre

tú también vas a romperme el corazón un día

como a tantos seres destruidos desde edades muy tempranas

personas para quienes el mundo es una necedad y una traición

buscando la droga que les proporcione

imágenes secretas de la felicidad

tristes síntesis mandan en la mente

empiezas a comprender que estás siendo

absorbido hasta los tuétanos

por una fuerza portentosa

traté de surcar el fragor de la tiniebla

manteniendo firme la dentadura

horas prodigiosamente estiradas

donde se desencadena la madre de todas las ebriedades

insignes caballeros cuyo aplomo me abate

gente capaz de producirte un infarto a los huevos

un poemario vivo de seres implacables e imbancables

psicoamericanos, corredores de bolsa

ahora sólo puedo visitarlos

en sueños de los que me despierto gritando.

He vuelto a la casita familiar...

He vuelto a la casita familiar

ella como yo precoz en la decadencia

abandonada al sol de su propia tristeza

a la incuria de ratas e inquilinos

curtida en mugre, letárgica, agrietada

mimada por los gatos y las cucarachas

secas sus flores y efímeros primores

y he vuelto a profanar el aire quieto a grito y borrachera

como en los viejos días

la luna pinta el patio con una cal de hueso

un horror primordial desciende a la resaca

-pavor porque vas a morir,

pavor incluso por estar vivo-

un antro donde ya no entro con mis remordimientos

días y noches de escupir sobre tu recuerdo!

Nunca sabrás cuánto me duele ver estos ámbitos

devastados sin ti y sin mí.

Hoy el cielo de Tarija es una lápida

de la que no puedo evadirme.

Vitácora de Buelo...

Vitácora de Buelo

Amnesia intérlope

La memoria es ese sordomudo

que te va palpando por dentro

mira! el tiempo se ha marchado

queda todo otra vez en silencio

y como un lento refucilo

imagen que creías olvidada

tú y ella rodando entrelazados

por la casa a oscuras

ahora nieva allí un tiempo inexorable

puesto a soñar una ciudad que es ésta misma

jardines salvajes, canciones animales,

gente veterana en teleteatros

días que son escaramuzas atroces y grandes capitulaciones!

entre farallones de angustia recuerdos te deslizan

postales de desván irremediablemente

encadenadas al sol de la nostalgia

ferocidad en pie de letra

música exorbitante, profundo desespero

los cuatro horizontes cantan

estiran mis adentros

cambiar las sábanas teñidas de los malos sueños.

Mejor yo y mi botella nos vamos a un cine.

Recuerda cuando seas miríadas de bacterias...

Recuerda cuando seas miríadas de bacterias

la muerte con lentitud va poseyendo

las cosas en el cuarto cerrado

muebles convertidos en símbolo

de una existencia degradada y rota

el temor que el final de los días

sobrevenga a sangre y fuego!

la indiferencia del calibre 44

la eternidad sacude tus huesos descaradamente

(y tú estabas por ahí tan bella

que hacías doler el corazón)

años de vivir sin el gramo infinito

músicas que crean su propia gravedad

y una verdad cada vez más exclusiva & elusiva

emociones que ya no buscan dueño

un abanico de luz que quise agarrar

me desgarraba el alma

por buscar atrapar la cola

del dragón de la oscuridad

tesituras por donde

te disparas a la nada.