Viernes 18 de Abril 2008

Liliana Bilbao

Hoy les envío poemas de Liliana Bilbao. Nació en La Paz. Poeta y educadora. Realizó estudios superiores de Literatura Española en la Universidad Loyola, Chicago, EEUU. Ha sido becaria, respectivamente, de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Alcalá de Henares, España. Es Licenciada en Educación y Artes por la Universidad Northeastern, Chicago. Cursó la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Mayor de San Andrés. Actualmente se desempeña como docente en una escuela de Chicago, donde reside desde hace varios años. Además de dedicarse a la creación literaria, coordina una tertulia literaria, enseña declamación y dedica tiempo cualitativo a la pintura y la fotografía. Ha publicado Ofrendas – Offerings (poemario bilingüe, 2007). Van cinco poemas de esta autora, extraídos todos de Ofrendas - Offerings (Grupo Impresor, s/l).

No sé desde cuando

No sé cuándo llegaste

lloviéndome palabras en el alma

envolviéndome tu eco

como viento huracanado.

No sé cuándo…

trenzaste tu sangre entre mis manos

hasta fundir mi anhelo en tu destino.

No sé cuándo comencé

a perseguir tu médula y tu sombra.

No sé desde cuándo,

desde qué sol, desde qué cielo

me hizo cautiva entre remolinos

este amor-ternura,

Volcán y niebla,

remanso y tempestad.

Santuario,

del tú y yo sedientos

cuando estamos juntos,

y vértigo…

¡Oh, cuando no te tengo!

No sé cuándo

comenzaste mi condena

y fuiste en mi prisa sortilegio,

y fuiste himno

y protesta agazapada

de este sino

de amarte sin mesura.

Sólo sé…

que tiemblo en tu nombre

me enternece tu pisada

y en tu voz me abrigo.

que cuando quise hacerte canto

tú ya tocabas mis entrañas,

que cuando te pensaba en días

afloraban memorias viejas

de vidas compartidas

y sé…

que al querer hacer de ti un poema

eras ya en mi camino

rocosa cordillera.

Quisiera inventarte

Cómo quisiera que no existas

para poder inventarte íntegro,

que me dijeras de nuevo tu nombre

y no conocer tus sombras,

recorrer nuestra página primera

y que sea posible el para siempre.

Que estés llegando y sin apuro

y yo saludarte con tempranas alegrías.

Que tu nombre sea

y tu ternura,

el final de mi aventura diaria

y que llegues y me puebles

como el agua se acomoda en la arena,

y seamos ola

y seamos fuerza

y seamos desafío pleno.

Cómo quisiera no haberte amado

para no tener que olvidarte.

Silencio

Ni solitaria

ni triste.

Sola

como la ola,

la ola y yo sola.

Y el silencio

avasallante,

incrustante,

rumor cascada

insistente,

presagio esquivo,

lamento ajeno,

empecinado

goteo de recuerdos

tantos ellos…

y tan breves,

intrascendentes

huellas de arena

vulnerables

hojas secas

desteñidas

anónimas

esparcidas,

sin epitafio,

sin muertes.

Sola

como la ola,

ahogada,

subterránea,

hecha memoria,

hecha distancia.

Anegada

de recuerdos,

de regreso

a la estación perdida,

llaga

de silencio

infinitamente mía,

infinitamente cierta.

Ni solitaria

ni triste,

sola ola.

Te veré desprenderte

No veré las piedras

que habrás de pisar mañana

pero las labraremos juntos.

Iremos formando

tu danza diaria

de metas

de cantos

… y anhelos,

y tu valiente resolución

de pájaro antiguo

conocedor de la ruta.

He jugado contigo

por un instante,

por cinco, trece, dieciséis instantes,

como se juega con lunas de papel

seres anubados

y a ser de ti la dueña.

Mas desde este abismo

que separa tu ser del mío,

aunque en llanto

yo te canto:

Ya te toca vivir

ya me toca verte…

desprendido de mis ramas,

desgranado,

más bien arrancado

del racimo de mis días,

para formar parte

de un anhelo ajeno

de un plan divino,

para regresar a la ruta única,

al alimento universal.

Te veré desprenderte…

Una tregua

Al ocaso de tus pensamientos

o al alba de tus recuerdos

cuando en un solo momento

tu silencio se haga incierto.

Cuando la palma de tus manos

brille azul o deje bruma

y un quizá quede enterrado

y un por qué quede despierto.

Ni mil siglos de promesas

ni tu paso arrepentido

harán vuelo de caídas

ni harán canto de un ladrido.

Habrá llanto…

llanto hecho plegaria viva

puño crispado ya vencido

muerte viva en un gemido.

Habrá una tregua

en el alma habrá una tregua

de vida,

de sentir,

de olvido…

hasta la cruz de otro latido.