Viernes 06 de Julio 2007

Germán Lecaro Durán

Este primer viernes del mes les hago llegar versos de Germán Lecaro Durán, nacido en Trinidad, Beni, el 8 de febrero de 1950. Poeta y auditor financiero. Cofundador de la Confederación Peruano-Boliviana de poetas y escritores, filial Bolivia; socio fundador de la Comisión de Cultura de la Sociedad Boliviana de Escritores (SOBODE), La Paz; miembro de la Asociación Boliviana Pro Arte; socio activo del Centro Cultural Moxos de residentes benianos en La Paz, y Secretario Electo de Relaciones Culturales de SOBODE. El profesor y crítico César Chávez Taborga indica sobre él en su Expresión Poética del Beni (Plural Editores, 2005): «Tiene una raíz mística, de vocación cristiana, que se sumerge en el mundo de la luz, del mar, de los ríos y las cosas, pidiendo comprensión para el hombre, el árbol y la flor. Posee un ruego lleno de ternura y amor. Pero en sus estrofas se encuentra también algo de panteísmo, cuando invoca el misterio y la grandeza de la naturaleza.». Ha publicado Vorágine de Luz y Sombra (1993), El Resplandor de la Senda (1996), Entornos de Hoguera (2005)

Van cinco poemas de este autor, incluidos en Entornos de Hoguera (Editorial Gramma, La Paz).

Nostalgias Saladas

Cuando caigan las hojas

seguiré cabalgando mis olas de ensueño

para hollar las distancias

que encadenan nostalgias

a un amargo destierro

porque soy marinero

con las velas arriadas

que le canta a las selvas

confidencias del río

sediento de tus playas.

Cuando caigan las hojas

cantaré mi añoranza por tu brisa salada

y en indómito gesto

remontaré las cumbres

en ala de los vientos

para oír de la nube

la historia de mil puertos

y sentirme gaviota

aunque no abra las alas

pues mi barca está quieta

mar que enciendes mis mañanas…

La aurora sangra en el alma

y el sol quema la esperanza

porque soy marinero

que se acuna entre montañas.

Historia a Medias

Érase aquel tiempo

de causas inquietas

cristalina estela

matiz en la esencia

de historias a medias…

marcas sobre un fondo

de luz descompuesta

clorofila

mares

y el viento

pulsando entre remolinos

goces y trinares.

Hoy arde la fiesta

y estalla la sangre

entre falsos empeños

y voces que se arrastran

por los oquedales.

Cerca la agonía

la esperanza lejos

clamor de la fiera

lamento del grillo

tiempo en las heridas…

¡Tenaz inconsciencia

de un sistema enfermo!

Soberbia

¡Gracias por mostrar

la luz del alba

a mi cansado anhelo!

Por hacerme notar que tengo alas

como tú

para el vuelo.

Pero no intentes empujar mi sino

al trajín de los vientos

sin mostrarme el secreto

de la altura

bajo el confín etéreo.

¡Gracias por señalar

que tras la cumbre

hay otros derroteros;

que hay puntos cardinales

siempre

donde quieras que estemos!

Pero no esperes dirigir mis pasos

hacia lejanos reinos

si para hallar el rumbo

sólo cargas

un báculo de ciego…

Imagina

Imagina la espuma

que acaricia la arena

en abnegado afán

de poseerla;

la gota errante

que abandona la nube

para danzar fragante

entre las cumbres.

Imagina.

El fascinante reto

de dar norte a la vida

al amparo de un puerto

abierto en la vigilia

y el fulgor de tu estrella

en un ansiar profundo

rubricando epopeyas

por la hermandad del mundo…

Retrospección

De nuevo a casa, cansado de ausencias

dueño de bagajes que colmó el camino

a enjugar vacíos de fluctuantes huellas

y vislumbra un solar desconocido.

Solo: en el centro de amarga encrucijada,

entre el acoso inclemente de la pena

hurga el cantor la geografía del alma

para escrutar la razón de su condena.

Y evoca al árbol guardián de correrías

sobre el bullicio fraterno en los ensueños

que agitaban auroras con la brisa

en inmaduro afán de abrir senderos.

El sol marca un levante en cada ocaso

y en la indiferente vastedad del orbe

se acurruca el sentir bajo el quebranto

borrando el punto cardinal del hombre.