Viernes 8 de Junio 2007

Katterina López Rosse

Katterina López Rosse G., nacida en La Paz en 1972. Licenciada en Literatura de la Universidad Mayor de San Andrés, escribe poesía y cuento. Según se recoge en su primero poemario, tiene varias publicaciones colectivas en libros y periódicos. Es tejedora y carpintera. Hace algunas semanas dio a conocer, a tiempo de presentar a la nueva editorial “Almatroste”, su opúsculo Oler a Tiempo Encerrado. Acerca de éste, el poeta, ensayista y crítico literario Rubén Vargas afirma: «Oler a Tiempo Encerrado recorre la muerte como un mapa imaginario, un mapa de presencias sumidas en la soledad mortal de regiones poéticas, donde el cuerpo femenino rebasa los límites del deterioro y se expone en su total abandono».

Van ocho poemas de esta autora, incluidos en su ópera prima.

Caminar en el silencio…(*)

Caminar en el silencio esperando reencontrar

al hombre perdido en la memoria,

al niño muerto hecho polvo entre los dedos

al pequeño espacio de vejez ajena a sí misma…

Detenerlo todo en un gesto

detenerse para siempre

arrastrar la infancia

encontrarse persiguiendo encuentros perdidos

ser olvidada

Lentamente… encajar el gran cuerpo,

en el pequeño ataúd

(*): Sin título en el original. Itero un fragmento del primero verso para reemplazarlo. El poemario está organizado en tres grandes secciones; este poema corresponde a la primera, “Desde la mujer vieja”.

Demasiado silencio...(*)

Demasiado silencio…

la piel imposible cae en lo más profundo de la ausencia

Perforada

vieja

arrastra su cuerpo inconcluso por el olvido

rasgos del rostro ya perdidos

el cabello quemado

La mujer humeante muere su nombre,

en el sonido de lo inevitable

(*): Ídem anterior.

Es tarde para abrir los ojos(*)

Es tarde para abrir los ojos

escucha el silencio…

siente cómo la insonoridad se derrumba en su estructura

imperceptible para nadie

inexpresable para ella

Palabras diluidas se internan con fuerza en su boca

muerta

seca

podrida

No hay labios que griten. No hay ojos que retengan

el autoexilio en la muerte te enfría la existencia,

te arroja a la nada

(*): Ibíd.

Llegar con odio…(*)

Llegar con odio, inclinado,

dejando que el viento pase por encima

El miedo recorre sus ojos,

al ver su cuerpo lleno de pájaros negros

la mano extendida se despide a sí misma

despide al hombre muerto

Inmutable

(*): Sin título en el original. Itero un fragmento del primero verso para reemplazarlo. Este poema corresponde a la segunda sección, “Desde el hombre perdido en la memoria”.

Tener viento por dentro(*)

Tener viento por dentro

romper la lentitud

abrir la piel cosida

dejar salir el ruido atroz

de las presencias encorvadas

Callada, al fondo

la palidez no resiste la quietud

el angustioso desamparo

del susurrar contornos perdidos

en el roce de las sombras

(*): Ídem anterior.

Ignorar la densa sombra(*)

Ignorar la densa sombra,

delirante voz decrépita

escapar hastiado de hablar

ondular el cuerpo que camina sin vida

Oler a tiempo encerrado

abrir la boca

dejar salir el alma

(*): Ibíd.

Es fácil morir(*)

Es fácil morir

si eres hijo de una muerta

Una madre de voz extraña

llena de viento por dentro

erizada de silencios,

arrastra los últimos toques del olvido

al fondo del tiempo naufraga carencias…

En medio de barcos hundidos.

Un pequeño funeral

para el pequeño muerto

(*): Sin título en el original. Itero un fragmento del primero verso para reemplazarlo. Este poema corresponde a la tercera sección, “Desde el niño muerto”.

Cantar dentro de la caja(*)

Cantar dentro de la caja

temer el aire que acaba

detener lo vivido

moverse,

mecer al muñeco de trapo en los brazos

callar

cerrar los ojos

Esperar ser olvidado en el terror placentero

(*): Ídem anterior.