Viernes 9 deNoviembre 2007
Emilio Martínez
Este viernes les hago
llegar versos de mi amigo Emilio Martínez, heterónimo
de Acutángulo Plumanegra. Vino al mundo en Uruguay, en
un pueblito llamado Minas, en 1971. Escritor, guionista y periodista.
En 1992 ganó el 1er. y 2do. Premio del concurso Los
jóvenes también cuentan, organizado por Ediciones
de la Banda Oriental (Montevideo). Reside desde 1996 en Santa
Cruz de la Sierra. Ha sido editor de cultura y editor general
del diario La Estrella del Oriente, y guionista de la productora
Viajero. Miembro del Consejo de Redacción de la revista
Abraxas. Recibió la beca de creación
de la Fundación Puerta Abierta (2000). Ha colaborado en
las páginas literarias de los periódicos La Razón
y La Prensa de La Paz, El Deber y El Nuevo Día de Santa
Cruz. Es colaborador de la revista Cosas. Ha sido encargado de
relaciones públicas de la Fundación para el Desarrollo
de las Artes y Medios (Fedam), y del IV Festival de Cine Iberoamericano
Santa Cruz 2003. Editor del suplemento cultural electrónico
La Tarasca. Jurado del I Concurso de Relato Breve convocado por
los periódicos La Prensa (La Paz), Los Tiempos (Cochabamba)
y El Deber (Santa Cruz). Guionista de La ciudad de los
anillos, largometraje. Ganador del Premio Municipal de
Literatura 2001 de Montevideo, género Poesía, del
Premio Municipal de Literatura Santa Cruz de la Sierra
2001, género Poesía, del Premio Municipal de Literatura
Santa Cruz de la Sierra 2001, género Cuento,
y Premio Municipal de Literatura Santa Cruz de la Sierra
2004, género Teatro.
Obra en prosa: Noticias
de Burgundia (Nuevo Milenio, 1999), Cuentos para emborrachar
la perdiz (Fondo Editorial Gobierno Municipal Santa Cruz de la
Sierra, 2001), Macabria y otros cuentos (Nuevo Milenio, 2002),
El Banquete (2004), Cartografías (2005). Ha sido compilador
de Inmigraciones de Arkham (2006). Sus cuentos se han publicado
en Memoria de lo que vendrá (antología de la nueva
narrativa boliviana) (Nuevo Milenio, 2000), en la revista Correveidile
y, traducidos, en una revista de Estados Unidos.
Obra en verso: Antiguos
Jardines (Fondo Editorial Gobierno Municipal Santa Cruz de la
Sierra, 2001) y, me parece, otro poemario cuyo título
aún desconozco.
Van seis poemas de
este caro amigo, tomados todos de Antiguos Jardines. Aprovecho
asimismo para convocar, a quienes gustan de la poesía
leída por sus autores siempre y cuando no sean como
Pablo Neruda, jijiji al encuentro de poetas que se realiza
mañana sábado en la Cúpula de Adobe ex
parque zoológico de La Paz desde las 15:00.
Exilios
1
Excepto el viento
todo es irreal.
Únicamente él
anima
nuestros alientos provisorios,
la conciencia fugaz
prendida a las hojas
del cuerpo.
2
Desde el espejo
alguien nos mira
con infinita tristeza.
Nos sabe simulacros,
reflejos que sueñan.
Ignorantes,
nuestras vidas repiten
el cuidadoso paisaje
de sus gestos.
Dialéctica
De errares confusos
se hace la vida:
desvaríos con
apariencia
de orden.
Sólo eso
hay.
O,
quien
lo sabrá,
quizás la
secreta razón
de las cosas late
frente a nuestros ojos:
evidente, obvia, elemental.
El libro de los seres
imaginarios
El azar y el estío
descubrieron
su milagro en una biblioteca.
De cubierta anónima,
dormía el libro
entre anchos volúmenes
donde Teseo perseguía
a su sombra
-el Minotauro-
y el dios del cielo,
ubicuo,
era el toro blanco
y el cisne
y una delgada lluvia
de oro.
Habitaban sus páginas
el Kraken abismal;
el A Bao A Qu, que
mide la pureza
de los viajeros
en una alta torre del
Asia
y los hombres de fuego
soñados por Steiner
y el esquivo Unicornio
y la Anfisbena.
No aró en el
desierto
esa colección
de quimeras.
Instalada en mi memoria,
necesaria y sólida
como un arquetipo,
desde la infancia recorrió
los senderos
nocturnos de mis sueños
y me llevó a
ese otro milagro
más vasto que
aún me acompaña:
su presencia, Borges.
Sensaciones
No es geológico
mi interés por la montaña,
ni astronómico
mi amor por el cielo.
Escucho el atareado
murmullo
ilusorio de las formas
materiales
y el más hondo
rumor
de los Elementos
¿Dónde
amanece el
corazón de las
cosas?
En los ojos del que
percibe.
Non sense
Pueblos ardiendo
como ígneas
banderas
sepultados en neón
y polvo blanco
Palas de omóplatos
del ganado
el resplandeciente
rostro de e.e.cummings
brillando como una
(teológica)
cuchara
Y a todo esto el recuerdo
de la parca higuera
columpiante y su sombra
sobre avenidas ajedrezadas
Y lenguas de piedra
y otros íconos
decapitados
con sus claustros de
agua
Y a todo esto la lógica
buscando abrirse paso
entre las palabras
Y para la coda, por
pura coincidencia en título y estilo, el coincidente con
el que cerraba el anterior envío de este amigo, más
de tres años ha. (Pueden otearlo en http://bolivianet.com/poetas/)
Confesiones de un poeta
clásico
Hago cabriolas para
ocultar
el agujero de mi túnica
los monarcas me adeudan
dracmas por mis himnos
soy el último
perro
de la corte.
Pero algún día
(en un siglo o dos)
el oro será
de los poetas. |