Viernes 27 de Junio 2008
Alejandra Melgarejo
G.
Para este último
envío del primer semestre jijiji les hago
conocer la obra de Alejandra Melgarejo G. Carezco de datos biográficos
suyos, pero me parece, tras una búsqueda rápida
hecha en San Internet, que trabajó como periodista
en el periódico El Potosí de esa ciudad. Ha publicado
Delirios (2004).
Van seis poemas de
esta autora, extraídos todos por supuesto de Delirios
(C&C Producciones Gráficas, La Paz), poemario impreso
en papel y cartón reciclados, dividido en las secciones
Cartas, La Nocturna
y
Pureza.
Cronos (tiempo medido
por el hombre)*
Esta noche me desnudo
ante la ciudad, sola
y la pasión
que solía despertarse en luna llena
no está más.
La gente sueña
con descifrar
todos los enigmas de
su existencia reptiliana
yo solía dejarme
llevar.
Ahora me trato de responder
evitando este cronos
irresponsable;
si tratas de estar
alimentando dos almas,
es culpa mía,
por qué huir
de ellas.
Pero me tientan: una
es agridulce y nocturna,
la otra desvalida,
y las amo
Parece que el tiempo
optó por la anarquía
y se confundió,
hasta que, finalmente,
murió.
Soy incapaz de seguir
una ruta.
Estoy perdida en la
historia de mis dos almas,
qué es lo que
estoy sintiendo
No lo creerías.
*: Incluido en la sección
Cartas. Cada poema lleva además sellado en la página
el número de un año, intuimos el correspondiente
al de su escritura; éste: 1997.
Circo*
Ubicar el código
de esta
nebulosa universal
que vive en mi garganta,
una obra no entendería
definiciones
y resumiría
mi vida.
El llanto llegó
a mi desierto otra vez
y en esa mezcla absurda
define todo mi yo,
ilógico, confuso
y desordenado yo.
Saber algo de mí,
es no saber nada,
porque mi naturaleza
es una alucinación mortal
y de dos caras o más
Estoy en un circo
en el que veo un payaso
representándome.
Y me río de
mí, me doy asco
y el único público
soy yo.
*: Incluido en Cartas.
Año: 1999.
Sueños de muerte*
Lo puedes ver
Esta noche mi poesía
quedó pequeña;
pero tristemente real;
siempre me consideré
un imán de muerte.
Pero he perdido mis
sueños,
ya no me pertenecen.
El cuerpo me reclama
descanso.
¿Será
que puedo ver el futuro?
Me visita la muerte
en las noches
y en los días
la siento acompañándome
casi siempre.
La Dama nos tienta
y veo una morada en
llamas, congelada
divago por ella y me
toma;
ahora soy parte de
ella.
Ignoro hasta cuándo,
tal vez sea cierto.
Creo que voy a dejar
mi cuerpo.
*: Incluido en La Nocturna
Año: 1996.
Instantes*
Sintiendo, cómo
tu cabello
trata de adivinar la
textura de mi rostro
y tus manos adivinan
la forma de mi cuerpo.
Respirándote,
grabando tu ser
en mi mente para siempre;
creyéndome un
instrumento
en el cual formarás
una melodía,
única, perfecta
En instantes tu cuerpo
me dice,
lo que tú no
puedes
con estos besos que
me tatuaste.
Lo ideal sería
saber
qué fue lo que
sentías cada segundo.
Si fue instinto
ó un poco de
sentimiento
*: Incluido en La Nocturna
Año: 1997.
Sin nombre*
Justo en el momento
donde la ilusión
estaba en su máximo,
en el punto de éxtasis
desconocido,
le dimos al alma y
al cuerpo
lo máximo que
le pudimos dar
ese sentimiento sin
nombre que le dimos
Ése al que nadie
se atrevió a nombrar.
Espero que el fin no
llegue
y si llega que no me
haga daño,
que se quede como una
rosa con pétalos secos
y sin perfume ya;
pero hermosa aún.
Y no quede como una
actriz anónima
en tus recuerdos.
*: Incluido en
Pureza.
Año: 1995.
Y el del cierre, escogido
por sí mismo ó por coincidencias, vaya uno a saber,
pero confío útil para una querida amiga que anda
pasando por un mal rato en su vida personal
Antes*
Puede que si las nubes
bajen
y aparezcan debajo
de mis botas
podamos borrar
lo especial que pasó.
Pero escucha: dejamos
de
lado el instinto y
el deseo,
y le dimos un suspiro
al sentimiento,
haciéndolo real.
Llorar, lamentarse
no es lo que debemos buscar,
sólo el dolor
en tus ojos,
que me pueden decir
la verdad relativa,
y lo que quizás
se pueda pensar.
No me puedes prometer
nada
y no sé si pueda
esperar;
pero la nada y el esperar
son tan imaginarias
como queramos.
Esto es sólo
un anuncio para alguien
que puede ver mi aura
como antes, como siempre.
Pero hay veces que
las
palabras tienen un
aspecto
tan pequeño
para explicar,
qué quieren
decir.
Es cuando los momentos
son propicios
para gritar que los
corazones están desesperados.
Y mandarles un rezo.
*: Incluido en
Pureza.
Año: 1996. |