Viernes 21 de Marzo 2008

Sulma Montero

Este viernes hágoles llegar algunos versos en prosa de Sulma Montero, poetisa paceña nacida en 1968. Egresada de la Carrera de Letras de la Universidad Mayor de San Andrés, UMSA. Compañera sentimental del narrador Jesús Urzagasti, a quien dedica su más reciente obra. En 2006 participó en el Mail Art Internacional “La Poesía nos une”, parte de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo Parque Natural Cabo de Gata Níjar, Almería (ALBIAC). Publicó los poemarios Las Guindas Verdes (s/d), Fiesta de Silencio (s/d) y Mujer con Muñecas (2007). Pueden encontrar otros poemas de ella en el URL: http://www.bolivianstudies.org/espanol/journal/2001_07.htm#Cuatro%20Poemas%20De%20Sulma%20Montero. Como una suerte de respaldo a este guiño a la poesía en prosa –género denostado por muchos, adorado por otros tantos– les paso asimismo el enlace para un ensayo publicado hace unos días en el suplemento “Fondo Negro” del matutino La Prensa de La Paz: http://www.laprensa.com.bo/fondonegro/09-03-08/09_03_08_edicion1.php.

Van siete poemas de esta creadora, incluidos todos en Mujer con Muñecas (Creativa, La Paz. Si desean el texto, pueden solicitarlo directamente a la autora en el teléfono [591-2] 2422981).

Por mi ventana entran los astros…*

Por mi ventana entran los astros de la noche.

El mapa de mi alma fugitiva ha sido tramado

con hebras de fina seda, lana de llama, hilos dorados

y cuentas de plata.

Mi secreto es transparente porque soy antigua

como la piedra.

Una corriente de agua tinta recorre mi cuerpo.

Mirra y copal arden en sahumerios de terracota.

Flotan gestos, signos y palabras junto al suave

vuelo de las alondras.

Me alojo en la ciudad donde mis sueños parecen

montañas blancas. Todo está aquí, pienso, mientras

voy sacando de mi boca piezas fosforescentes

de un mundo lejano.

*: Sin título en el original. Extraigo un fragmento del primero verso en su lugar.

Aquella vez me cubrí con mantos azules y verdes…*

Aquella vez me cubrí con mantos azules y verdes.

Levanté una mano contrariada y dejé la otra reposando

en el suelo de líneas refulgentes.

Las estrellas caían como pétalos.

El día que se tejía tu llegada me torné intangible.

Cuando quise verte de cerca tu rostro se convirtió

en ermita. Fuiste tan honda y serena que de mis ojos

brotaron girasoles.

Caminé siguiendo una luz azul que se extendía.

Quería correr por geografías rutilantes como una

cierva entregada a su fugacidad.

En el lago flotaban lanas de varios colores

desprendidas de tus vestiduras.

*: Ídem anterior.

La noche escribe sus designios sobre mi piel…*

La noche escribe sus designios sobre mi piel. Me

atormentan sus toques de pantera. Mis cabellos prologan

minerales intactos. La tierra se llena de raíces y árboles

cuando te siente llegar. En torno a ti giran vocablos que

iluminan mi rostro. Un remolino de tonos púrpuras nos

lleva de un lugar a otro como un péndulo arcano.

*: Ibíd.

He pasado por tantos lugares antes de encontrarte…*

He pasado por tantos lugares antes de encontrarte

he visto sombras

he sentido frío

te llamé y me desbandé.

¿En qué silencio escucharé mi voz?

Ese es tu enigma, niña.

*: Ibíd.

Era yo la niña y sus fantasmas…*

Era yo la niña y sus fantasmas, la servidora de

mi propia sombra, la novia del rosedal que sueña con

ser visible en lo invisible, la que guarda en su mandil

una carta de amor, la que imagina los objetos de la casa,

la que desnuda conquista el desierto y atraviesa los mares

con el velero de la vida. Una fina seda me separaba de

tu mundo vaporoso. Mientras jugabas con colores

transparentes ardían en mí las palabras.

Estás conmigo, alma mía,

no quiero reinventarte.

*: Ibíd.

Me exaltan las formas que me habitan…*

Me exaltan las formas que me habitan bajo el

torrente del sol. Mis senos parecen dunas en la arena

de un calcinante amanecer.

Alguien galopa a horcajadas mientras el cielo

y la tierra se funden en un abrazo.

¡Firmamento mío, timón de la inocencia! Antes

que me cubra el crepúsculo, sentiré el níveo silencio

y la soledad del hombre frente a Dios.

Estas son las orillas de mi oasis. Siento que mis pies

se hunden en la arena cobriza cuando escucho el canto

recóndito que me trajo a contemplar esta sombra.

Un hermoso pez plateado brilla entre mis manos.

*: Ibíd.

Intencional y premeditadamente puse el siguiente para el cierre del envío:

Esta noche se fueron mis sueños en estampida…*

Esta noche se fueron mis sueños en estampida.

Salvajes cabalgan en el brillo de un cristal.

El amor es un silencio. Las montañas que custodian

su celeste reino desprenden ondas de azahar.

Preparemos una mesa blanca con células rutilantes

dibujemos una nave para cruzar los agujeros negros.

¿Sabías que cuando el sueño me embriaga estalla

en palomas tu desnudez?