Viernes 4 de Abril 2008

Mario D. Ríos Gastelú

Hoy les hago llegar versos de Mario D. Ríos Gastelú. Nació en la ciudad de Oruro. Ejerció el periodismo profesional en diarios, revistas, emisoras radiales, televisión y corresponsalías durante cinco décadas. Por servicio en la prensa nacional recibió varias distinciones, destacando el Premio Nacional de Periodismo otorgado por la Asociación de Periodistas de La Paz (A.P.L.P.) en 1992. Premio “Chachapuma de Oro” al periodismo de investigaciones, otorgado por el Centro de Investigaciones Antropológicas Tiwanaku en 1993. Premio Nacional de Periodismo de la Fundación “Manuel Vicente Ballivián” en 1996. En el ámbito de la crítica periodística se especializó en Apreciación Musical y en Artes Plásticas. Durante sus misiones periodísticas visitó: Alemania, EEUU, URSS, República Socialista de Georgia, México D.F., Veracruz, Acapulco, Montevideo, Lima, Cuzco, Buenos Aires, Mendoza, Asunción y Santiago de Chile. Obra en prosa: Creadores de Luz, Espacio y Forma (1998), Propuestas y Tendencias del Arte Boliviano a Fines del Milenio (coautor, 2002), La Sombra del Buicolizor (novela, 2004). Obra en Verso: Volver en Verso (2007).

Van cinco poemas de este creador, extraídos todos de Volver en Verso (Editorial Greco, La Paz).

2

Cantos de patria

latidos de tambores

bronces marciales

triunfantes metales

en bandolera llevo el fusil

soy el tambor de Ayacucho

el clarín de Pichincha

la corneta de Junín

soy la resonancia de la victoria

triunfante en las filas de la grandeza

con un andar seguro

que aplasta envejecidas sombras

camino sobre un verde amarillento

mi diálogo con el viento

tiene respuestas

en el eco del cerro colorado

lugar donde termina la órbita solar

hay tanto que escuchar y contar

que el crepúsculo

cede espacio a la noche

estruendo

llamaradas

gritos y vítores

bajo la luz de los astros

una lluvia de plomo

calla la corneta

silencia el tambor

ya cabalgo en alazán de estrellas

la noche me mira

con mil ojos refulgentes

en la quietud de cielo sin luna

a la búsqueda de los tañidos

de la religión

la memoria escribe sus páginas

la historia borda los nombres

el último es mío

sargento Florentino Castañeda

muerto en combate.